La enfermedad de Von
Hippel Lindau (VHL) es una rara enfermedad hereditaria, autosómica
dominante, causada por mutaciones germinales en el gen supresor del tumor de
VHL, que afecta a múltiples órganos, con una expresión variable. Aunque el espectro
de manifestaciones en órganos es amplio, las manifestaciones más comunes de la
enfermedad de VHL incluyen hemangioblastoma de la retina y el sistema nervioso
central, quistes renales y carcinoma renal. El Doctor Von Hippel fue el primero
en descubrir en 1904 las lesiones retinianas, y la asociación entre lesiones
retinianas y las otras manifestaciones del síndrome fue descubierta por el
Doctor Lindau en 1927.
La enfermedad posee una incidencia de 1 por cada
36.000 nacidos vivos, la prevalencia es alrededor de 1 en 31.000-53.000.
Aproximadamente la mitad de los casos de VHL son familiares siendo la otra
mitad nuevas mutaciones. El 50% de los pacientes presenta solo una característica,
y muy pocos el síndrome completo. Las manifestaciones más frecuentes son los
angiomas retinianos, que afectan al 60-70% de los pacientes y pueden conducir a
la ceguera, y los hemangiomas del SNC, también pueden afectar a un 60% de los
pacientes y pueden provocar deficiencias neurológicas, los procesos urológicos
malignos incluyen carcinoma de células claras, feocromocitomas, cistadenomas
epiteliales, estos tumores afectan alrededor de un 40, 18 y 10 %, de los
pacientes respectivamente. La media de edad de aparición del carcinoma renal de
células claras es de 39 años. Las manifestaciones fundamentales para el
diagnóstico clínico de la enfermedad de von Hippel-Lindau (VHL)
son los angiomas de la retina y los hemangioblastomas del encéfalo. También son frecuentes los carcinomas
de células renales y menos los feocromocitomas. Estos
hechos han permitido clasificar la enfermedad en dos tipos principales: el tipo 1 que no presenta feocromocitomas
y el tipo 2 que sí los presenta. Este último
tipo se ha dividido en tres grupos: el 2A con bajo riesgo para los carcinomas renales, el 2B con alto riesgo
para esta neoplasia y el 2C que sólo presenta
feocromocitomas.
Aún cuando los
tumores mencionados son los de más alta frecuencia, también pueden encontrarse
hemangiomas de las suprarrenales, pulmones e hígado, así como múltiples quistes
de páncreas y riñón. El adenoma quístico papipar del epidídimo se presenta de
forma bilateral en el VHL familiar y unilateral en los casos esporádicos. Otros
signos pueden estar acompañando a las neoplasias. Las hemorragias subaracnoideas
pueden ser el resultado de la acción combinada de los hemangiomas y la
hipertensión. Existe poliglobulia, tal vez por el incremento en la producción
de eritropoyetina. La hipercalcemia se presenta en algunos casos quizás debido a la falla
renal, pues desaparece con la extirpación del tumor.
Se identificó al cromosoma 3 como el sitio que posee el gen
de la enfermedad VHL desde finales de la década de 1970, época en la que se
identificaron anomalías cariotípicas del cromosoma 3 en familias con enfermedad
de VHL, la región 3p es la que se asocia a perdida cromosómica en líneas
celulares tumorales de células claras y carcinomas renales esporádicos. Los
análisis de ligamientos de miembros afectados y no afectados de una familia con
enfermedad de VHL, identifico una pequeña región del cromosoma 3p24, que mostró
contener el gen supresor tumoral VHL. El gen supresor tumoral VHL se encuentra
alterado en casi el 80% de los carcinomas de células claras esporádicos, actúa como
un gen supresor tumoral clásico; la reintroducción del gen en las células
renales, inhibe la formación de tumores en ratones desnudos (un tipo de ratón usado en experimentos de biomedicina que tiene el sistema inmune deprimido).
El gen
VHL codifica una proteína (pVHL) de 213 aminoácidos con una masa molecular
aparente de ~24-30 kDa; una isoforma de ~19 kDa se produce debido al uso, como
iniciador, del codon ATG 54 que se encuentra en fase de lectura. Ambas
proteínas son extremadamente similares en sus funciones y es curioso que todas
las mutaciones detectadas asociadas a la enfermedad VHL estén localizadas del
codon 54 hacia el extremo carboxilo terminal de la proteína. El estudio de la
secuencia de aminoácidos no reveló homología con otras proteínas ni la
existencia de dominios ya conocidos. Sin embargo, un subdominio frecuentemente
mutado en pVHL se une a la elonguina C, una proteína de 16 kDa que forma
dímeros con la elonguina B de 9 kDa. Estas dos proteínas, junto con la
elonguina A de 110 kDa, forman el factor de elongación de la transcripción
SIII, que incrementa la actividad de la ARN polimerasa II. La subunidad A es la
catalítica, mientras B y C actúan como reguladores positivos. B y C forman un
dímero que posteriormente se une con A y activan a la ARN polimerasa II.11,12
Como la pVHL también se une al dímero BC y por el mismo sitio que lo hace A,
debido a una secuencia homóloga de 13 aminoácidos que en A (residuos 547 al
560) y en pacientes de la enfermedad se encontraron mutaciones en pVHL que
disminuyen su afinidad por elonguina BC.
Actualmente las
alteraciones (mutaciones) del gen VHL son identificables en la mayoría de los
afectados. La alteración es siempre la misma en los
miembros de una misma familia. Entre una familia y otra, la mutación
del gen VHL puede ser distinta. Ya han sido descritas en la literatura médica
más de 500 mutaciones (Béroud, Worldwide VHL Mutations Database). Se ha
encontrado una relación significativa entre ciertos tipos de mutaciones y la
probabilidad de desarrollar feocromocitomas. Los investigadores están
estudiando otras mutaciones específicas que pudieran ser responsables de las
diferentes manifestaciones de VHL. En la mayoría de los casos, la alteración en
el gen VHL ocurrió hace mucho tiempo, y la mutación se ha transmitido a las
generaciones posteriores. Por ejemplo, hay documentación sobre la herencia de
VHL en la familia ‘Bosque Negro’ en Alemania y Pensilvania que se remonta a
principios del año 1600. Por contraposición, hay ciertas personas – alrededor
del 20% de las familias VHL – que son las primeras en sus familias en tener el
gen alterado. Ni el padre ni la madre de una persona con una nueva mutación o ‘mutación
de novo’ tienen VHL. Esta nueva mutación puede tener su origen en
una alteración ocurrida en el gen durante la formación del esperma del padre o
en el óvulo materno, o bien en las etapas tempranas de la división del embrión.
Dicha alteración genética puede ser transmitida a la descendencia, y los hijos necesitarán
hacerse los estudios médicos recomendados para toda persona con VHL. Todavía no
hay estadísticas fiables sobre la tasa de nuevas mutaciones VHL. En la
actualidad, cerca del 20% de los
pacientes tienen mutaciones “de novo”, y se están identificando más casos a medida
que se va tomando conciencia de
esta enfermedad.
Los criterios diagnósticos de la enfermedad de von Hippel-Lindau,
se dividen en dos, según el paciente cuente o no con historia familiar de la
enfermedad. Con historia familiar se requieren una o más de estas lesiones: HCR,
hemangioblastoma SNC, lesiones viscerales (carcinoma renal, feocromocitoma,
quistes renales/pancreáticos, tumores de los islotes pancreáticos, paragangliomas,
cistoadenomas de epidídimo, tumores del saco endolinfático). Sin historia familiar
requiere la presentación de HCR y/o hemangioblastoma del SNC (si sólo se
presenta una de estas tumoraciones, es necesaria una segunda lesión visceral).
El tratamiento de la enfermedad de VHL supone un reto de coordinación
interdisciplinario, ya que sus manifestaciones clínicas son tan variadas, que no
puede ser manejado por una sola especialidad médica. El hemangioma de retina ha planteado problemas terapéuticos para los oftalmólogos
durante casi un siglo. La radioterapia externa fue el primer método de
tratamiento introducido para hemangioma de retina, pero no ha sido perseguido
con entusiasmo recientemente, y se posiciona como una terapia de rescate para ser
utilizado sólo cuando otras modalidades de tratamiento han fracasado. Las otras
modalidades son la crioterapia, fotocoagulación con láser directo, placas de braquiterapia,
la termoterapia transpupilar, terapia fotodinámica, y la inyección intravítrea
de antifactor de crecimiento endotelial vascular. El carcinoma renal de células
claras y el feocromocitoma tienen potencial maligno por ello deben ser
resecados, el carcinoma renal con frecuencia recidiva por ese motivo su
tratamiento suele requerir nefrectomías parciales seriadas.
Cualquier persona con
un pariente con VHL, está en “riesgo” de tener VHL, tanto si el parentesco es
de primer grado (padre, madre, hermanas o hermanos), como de segundo grado
(primos, tíos/as, abuelos/as, nietos/as, etc.). La única manera de determinar
de manera definitiva si una persona tiene VHL o no, es mediante un análisis genético. Este análisis se inicia con una
sencilla extracción de sangre, pero debe ser procesado en un laboratorio clínico
especializado que tenga el equipamiento necesario y los reactivos para estudiar
el gen VHL. Para empezar el análisis
genético en una determinada familia, a través de un genetista o un consejero
genético, una de las personas que tenga diagnóstico clínico de VHL debe
facilitar una muestra de sangre. El laboratorio verificará si puede determinar
la alteración en esa persona analizando con detenimiento el gen VHL. Este “screening” completo del gen es 99%
eficaz para hallar mutaciones germinales en pacientes con VHL. Una vez
hallada la mutación, la alteración encontrada en el gen será la misma para el
resto de los miembros afectados de su familia. Otro miembro de la familia que
no tenga diagnóstico clínico de VHL, puede enviar una muestra de sangre y el
laboratorio buscará directamente la misma mutación. Así, el primer test en una
familia se convierte en un mapa de carreteras para el siguiente.
Las personas
estudiadas antes del año 2000 mediante el método denominado “linkage analysis”
pueden repetirse el estudio usando nuevas técnicas (secuenciación de ADN o
Southern blot). Estas técnicas son significativamente más fiables. Ha habido
casos en que los resultados del “linkage analysis” han sido incorrectos. Para
las personas que no tienen antecedentes de VHL en la familia (que aparecen como
el primer caso en esa familia), o para personas adoptadas que no conocen a sus
familiares, estos estudios pueden llevar más tiempo, pero pueden concluirse con
igual éxito. Para estas personas es especialmente recomendable elegir un
laboratorio con una tasa alta de éxito en encontrar las mutaciones. Es
importante iniciar este análisis genético a
través de un consejero genético o de un genetista, para garantizar
una exhaustiva discusión del impacto personal de los resultados. Una mujer embarazada con historia familiar de
VHL debería hacerse el estudio genético. Los resultados de los tests prenatales
forman parte de la historia familiar de la madre, no del bebé. Asegúrese de
preguntar para no tener dudas.
Para
aclarar cualquier duda, si quiere más información o si quiere solicitar una
consulta, no dude en contactar con las consultas externas del Hospital Dr. Gálvez (Málaga) por correo electrónico en la
dirección consultas@hospitalgalvez.com o llamando al teléfono 952 062 808 o en Clínica Ochoa (Marbella) en el correo info@clinicaochoa.com o llamando al 952 861 400.
No hay comentarios:
Publicar un comentario