El síndrome de Laron o Enanismo tipo Laron, también llamada Insensibilidad a la Hormona del
Crecimiento (GHI por
sus siglas en inglés) es
una enfermedad rara, congénita, en la cual el cuerpo no puede usar la hormona
del crecimiento (GH) que produce. Se caracteriza por una marcada baja estatura.
Este padecimiento puede ser causado por mutaciones (cambios) en el receptor de
la hormona del crecimiento, o por mutaciones en los genes involucrados en la
vía de acción -dentro de la célula- después de que la hormona del crecimiento
se ha unido al receptor y esto previene la producción del Factor de Crecimiento
Tipo Insulínico también conocido como IGF-1 (del inglés: insulin-like growth factor-1),
la sustancia responsable de los efectos de crecimiento de la hormona del
crecimiento. En este caso, el cuerpo no utiliza adecuadamente la hormona del
crecimiento y, por lo tanto, genera
enanismo en quienes lo padecen.
El síndrome lleva su nombre en honor a Zvi Laron, el investigador
israelí quien, junto con A. Pertzelan y S. Mannheimer, lo reportó en 1966
basado en observaciones comenzadas en 1958 y que han continuado haste el
presente. Desde que se mencionó la mutación o cambio en el gen GHR, localizado
en el cromosoma 5, los investigadores han identificado otras 60 mutaciones
diferentes. Los pacientes que tienen mutaciones en el gen GHR las cuales son
causa de una resistencia parcial, presentan una forma más leve de baja
estatura. Se entiende por crecimiento un aumento de la masa corporal, tanto por
el incremento de número de células como por su tamaño. El crecimiento conlleva
un aumento del peso y de las dimensiones de todo el organismo y de las partes
que lo conforman; se expresa en kilogramos y se mide en centímetros. El
desarrollo somático o crecimiento corporal es un proceso altamente complejo que
requiere de dos premisas fundamentales: carga genética (ADN) y alimentación, en
donde la primera aporta la información de la especie y del individuo heredada
de los padres mientras la segunda aporta los nutrientes requeridos para el
óptimo desarrollo.
El conjunto o
“cluster” de los genes de la GH humana se encuentra localizado en el brazo
largo del cromosoma 17 (17q23), con una extensión aproximada de 66,5 kb7. El
conjunto de GH consiste de 5 genes consecutivos alineados en la misma
orientación transcripcional. De 5´a 3´se encuentran: el gen hipofisario de GH (GH1),
el seudogén 1 de somatomamotropina coriónica (CSHP1), el gen 1 de
somatomamotropina coriónica (CSH1), el gen de GH placentaria (GH2) y
el gen 2 de somatomamotropina coriónica (CSH2). Cada uno de los cinco
genes consta de 5 exones y 4 intrones con un alto grado de homología entre sus
respectivas secuencias (92-98 %). El análisis de las mismas sugiere un origen
único para los 5 genes. Según dicho modelo, los 5 genes se originarían a partir
de un único ancestro común mediante recombinaciones homólogas desiguales que
darían lugar a duplicaciones génicas. La presencia de numerosas secuencias Alu
en el conjunto sugiere la posible implicación de las mismas en los procesos de
recombinación que dieron lugar al actual conjunto multigénico de GH. El gen de
GH1 se expresa en las células somatotropas de la hipófisis anterior y su
producto más abundante es una proteína de 191
aminoácidos y 22 kDa que corresponde a la GH.
El receptor de GH
pertenece a la superfamilia de receptores de citokinas que, a diferencia de los
receptores de insulina, no poseen actividad tirosín-kinasa. Sin embargo, están
íntimamente asociados con proteínas kinasas codificadas por otros genes. En el
caso del receptor de GH, la kinasa implicada es la Janus 2 (JAK2). La unión del
receptor de GH tiene como consecuencia la autofosforilación de JAK2 y la
fosforilación del receptor de GH, previa asociación de JAK2 con el mismo. La
cascada de señalización intracelular incluye la activación de la MAPK (“mitogen
activating protein kinase”) y de factores de transcripción latentes conocidos
como proteínas STAT (“signal translators and transcription activators”). Al
final de la cascada de señalización se produce la modulación de la transcripción
de genes específicos, tales como los que codifican para IGF-I e IGFBP-3, entre otros.
El Síndrome de Laron
es una efermedad autosómica recesiva debida a mutaciones en homocigosis en el
gen del receptor GH, que cursa con talla baja extrema, niveles elevados de GH y
muy bajos de IGF-1. En la actualidad hay descritos cientos de casos, la mayoría
procedentes del área mediterránea, de países de Oriente Medio y ecuatorianos de
origen judío. Se ha postulado que alteraciones en heterocigosis del gen del
receptor de GH podrían ser responsables de algunos casos de baja talla
idiopática. Clínicamente, además de la severa deficiencia estatural, los
pacientes presentan unos rasgos fenotípicos característicos, como frente
prominente con puente nasal hundido (en silla de montar), mandíbula y mentón
pequeños, pelo ralo, retraso en la erupción dental, protusión ocular,
acromicria e hiperlordosis. Generalmente presentan genitales hipoplásicos con
retraso de la pubertad, voz chillona (laringe pequeña) y frecuentes episodios
de hipoglucemia en período neonatal. En los últimos años se ha ensayado tratamiento
con IGF-1 recombinante con resultados alentadores.
Además del Síndrome de
Laron, existen otras enfermedades relacionadas con la resistencia a la GH (en
otras entradas del blog analizaremos otras enfermedades que cursan con talla
baja causadas por diferentes mutaciones):
Forma clásica de resistencia a GH del tipo 1
La forma clásica de
resistencia a GH, tipo 1a, se debe a una mutación en el gen del receptor de GH.
Hasta la fecha, se han descrito numerosas mutaciones de distintos tipos (“nonsense”,
“frameshift”, y “splicing site”) que afectan tanto a secuencias exónicas como
intrónicas. La mayoría de las anomalías se localizan en el dominio extracelular
del receptor (exones 3 al 7 e intrones 3 al 7) y tienen como consecuencia una
carencia total de GHBP circulante. Hay relativamente pocos casos descritos de
anomalías localizadas en el dominio transmembrana (exón 8) o intracelular (exón
10). La evidencia de bajos niveles séricos de GHBP en familiares de pacientes
afectados por el síndrome de Laron ha contribuido a identificar a portadores
heterozigotos de anomalías en el dominio extracelular del receptor de GH. Por el
contrario, niveles normales o elevados de GHBP en pacientes con el síndrome de Laron
sugieren la existencia de anomalías en el dominio transmembrana o intracelular,
o bien un defecto molecular posreceptor (síndrome de Laron tipo b o tipo c). La
existencia de manifestaciones patológicas en portadores heterozigotos de
anomalías en el gen del receptor de GH es aún controvertida. Laron et al y
Rosenbloom et al, tras el estudio de un numeroso grupo de pacientes afectados
por el síndrome de Laron, establecieron que sólo un número muy bajo de portadores
heterozigotos presentaban una estatura inferior al tercer percentil. Sin
embargo, datos publicados por Attie et al y Goddard et al sugieren que los
portadores heterozigotos de mutaciones en el dominio extracelular del receptor
de GH son individuos de estatura baja.
GH
bioinactiva (Síndrome de Kowarski)
Cursa con talla baja
extrema, niveles de GH normales y de IGF-1 disminuidos, con buena respuesta a
la administración de GH exógena. Se han identificado mutaciones en el gen de la
GH1 que origina una hormona con activitadad biológica reducida.
Alteraciones
post-receptor de GH
Fue descrito por
primera vez en 1993, en una familia con clínica similar al síndrome de Laron, en la que
el test de estimulación de IGF1 no produjo respuesta pero sí un incremento de
IGFBP3, que demostraba que la vía de señalización para IGFBP3 no estaba afectada.
Anomalías
en la síntesis y acción de IGF-1
Se describió en un
varón con clínica similar al síndrome de Laron, al demostrar la existencia de
una deleción de exones 4 y 5 del gen de la IGF115. Según una revisión reciente,
la talla baja de los pigmeos africanos se debería a una deficiencia de IGF1 secundaria
a una disminución de los receptores de GH.
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