El Sindrome de
Prader Willi (SPW) es una enfermedad neurogenética compleja y multisistémica,
caracterizada por: hipotonia neonatal, retraso del desarrollo psicomotor, hipogonadismo
hipogonadotrofico, hiperfagia, obesidad mórbida y dismorfias craneofaciales características como ser disminución del diametro biparietal, ojos almendrados y boca triangular,
entre otros elementos fenotípicos. Los pacientes generalmente presentan complicaciones
derivadas de su obesidad, tales como patologia osteo-articular, resistencia a la
insulina, Diabetes Mellitus tipo 2, hiperlipidemia, arteriosclerosis, falla
respiratoria, cor pulmonale factores condicionantes hacia una expectativa de
vida aproximada de 20 a 30 años. El síndrome fue descrito inicialmente por J. L.
Down en 1887 en una paciente a la que diagnostico de “polisarcia”.
Posteriormente Prader, Labhart y Willi en 1956 describieron otros nueve casos y
dieron nombre al sindrome. En 1980 Ledbetter descubrió la existencia de una
microdelección de la región 15q11-q13 y tres años más tarde Butler y Nicholls
observan el fenómeno de impronta genómica en los pacientes con SPW.
La clínica del SPW es
cambiante con la edad, existiendo un signo clínico de vital importancia para su
diagnóstico temprano: la hipotonía axial neonatal, que siempre no ha de llevar
a confirmar o descartar esta entidad. De todas formas, existen unos criterios clínicos
descritos por Holm en 1993, y que cumplidos serán ratificados por el estudio
molecular. Aunque se ha demostrado el beneficio de la hormona del crecimiento (GH) para niños con SPW, durante pocos
años de seguimiento, las comunicaciones de eficacia y seguridad a largo plazo
son muy limitadas. Recientemente, el grupo holandés de trabajo sobre el SPW ha
publicado los resultados de un estudio prospectivo de 4 años en 55 pacientes con
SPW, concluyendo que a la dosis de 1 mg/m2 de GH, mejora la composición
corporal por descenso del % de grasa en SDS y la estabilización de la MM en
SDS, aumenta el perímetro cefálico y se normaliza la talla en SDS sin efectos adversos.
En el 2010, Carrel publicó un estudio comparativo de 21 pacientes con SPW tratados
con GH durante 6 años con otro grupo de 27 pacientes de la misma edad no
tratados, comprobando que el grupo tratado presenta menor % de grasas, mayor talla
y fuerza muscular y valores más elevados del HDL colesterol, concluyendo que el
tratamiento con GH a pacientes con SPW, con inicio antes de los 2 años de edad,
mejora la composición corporal, la función motora, la talla y el perfil
lipídico. La magnitud de estos efectos sugiere que el tratamiento a largo
plazo, modifica favorablemente la historia natural del SPW justificando la asunción
de los posibles riesgos del tratamiento. El tratamiento del SPW con GH está
aprobado en EE.UU. por la FDA en el año 2000 exclusivamente para la corrección
de la talla baja, en tanto que en Europa, la EMEA la aprobó en 2001
adicionalmente para la modificación de la composición corporal.
La causa del SPW
es la ausencia de los genes de una región critica de aproximadamente 1.5 megabases
del cromosoma 15 paterno, bandas q 11 q 13. Los genes de esta región son varios
y están individualizados, pero no se conoce con certeza la ausencia de cual o
cuales son responsables del mismo. Estos genes sufren el fenómeno de impronta (imprinting), en este caso los
genes de origen materno no se expresan a diferencia de los paternos. La
ausencia de estos obedece a una deleción de esta región critica del cromosoma
15 paterno, lo que ocurre en el 70% de los casos o a disomia uniparental
materna (ambos cromosomas 15 son de origen materno), la que se observa en 25%
de los casos. En menos del 5% de los pacientes ha ocurrido una mutación o
deleción del centro del imprinting de esta región crítica y en menos del 1 % ha
ocurrido una translocación balanceada que involucra al cromosoma 15 paterno y
cuyos puntos de fractura se localizan dentro de esta región, dando como
resultado una deleción de la banda q11 q13. Entre los genes mas importantes están el gen SNRPN y el gen P. El gen SNRPN que ha sido el gen
mas estudiado y que se estima sería el responsable de la mayoría de las características fenotípicas del SPW, codifica para una ribonucleoproteína pequeña, que cumple
un rol en el procesamiento del ARN, específicamente en el splicing génico, para
que posteriormente ocurra la síntesis de proteínas. Se ha demostrado que SNRPN esta “imprintado” en el cerebro,
que es el foco de la mayoría de las manifestaciones de la afección. El gen SNRPN es el que con mayor frecuencia se
utiliza con fines diagnósticos. Por otra parte, se sabe que el gen P
es un gen no “imprintado” que codifica para albinismo tirosinasa positivo y
cuya deleción se ha asociado con la hipopigmentacion que se ve en alrededor de
30% de los individuos con SPW.
La alteración genética condiciona una disfunción hipotalámica
que es la responsable del complejo cuadro clínico que caracteriza a este síndrome.
La obesidad, es debida fundamentalmente a dos factores: por un lado una
disfunción hipotalámica que ocasiona una ausencia de sensación de saciedad, y
una ingesta desaforada de alimentos y por otro lado, un metabolismo basal anómalo
con unas necesidades energéticas muy bajas para su edad y estatura
(aproximadamente 7-8 Kcal./cm. de estatura). Estos dos condicionantes, unidos a
los trastornos característicos habituales en los adolescentes y adultos con SPW,
hacen del tratamiento de la obesidad un problema muy complejo, siendo habitual
la presencia de obesidad mórbida desde la infancia, que puede ocasionar
repercusiones orgánicas graves en el adulto joven. Aunque no esta totalmente
aclarada la fisiopatología de la obesidad en el SPW, hay estudios que muestran
un aumento de los niveles de grelina circulante, hormona orexígena, y que estos
niveles no disminuyen adecuadamente tras la ingesta. También se ha observado un
retraso significativo en la activación del hipotálamo tras la ingesta de glucosa
en los pacientes con SPW respecto a obesos voluntarios en imágenes de resonancia
magnética funcional, confirmando la probable disfunción de la saciedad a nivel hipotalámico
en los pacientes con SPW.
Independientemente de la obesidad, el SPW se acompaña de
alteraciones típicas de la composición corporal. Característicamente presentan
una masa magra reducida y un aumento del porcentaje de grasa corporal respecto
a poblaciones control con peso normal u obesidad. Aparentemente, estas alteraciones
se acentuarían con la edad. En general se acepta que estas alteraciones estarían
en parte relacionadas con un déficit de hormona de crecimiento (GH) y de hecho,
diversos estudios han mostrado el beneficio de tratar a los niños con SPW con
GH, lográndose una mejoría en la composición corporal, la utilización de la grasa,
la agilidad y potencia física y mejoría en el crecimiento tal y como se ha
comentado previamente. No está suficientemente evaluada la utilidad de la GH en
el paciente adulto ya obeso con SPW, pero hay estudios preliminares que
muestran que los adultos con SPW pueden presentar un déficit parcial de GH, y
que el tratamiento con GH logra un descenso significativo de la grasa corporal
y un incremento de la masa muscular sin efectos secundarios adversos, asi como
efectos beneficiosos en la velocidad y flexibilidad mental y la motricidad. En
pacientes con SPW existe disminución de la capacidad secretora de insulina y
una conservación relativa de la sensibilidad a la insulina respecto a pacientes
con obesidad no sindrómica. El hipogonadismo hipogonadotropo en el SPW se cree podría ser debido a lesiones a nivel hipotalámico, centros superiores del SNC e
incluso a factores periféricos. La causa de la criptorquidia en varones se
asocia a un déficit en la secreción de gonadotropinas por parte de la hipófisis
fetal: hormona luteinizante (LH) y hormona folículo estimulante (FSH). Las niñas
también suelen presentar un hipogonadismo hipogonadotropo y amenorrea primaria,
aunque han sido descritos casos de retraso puberal, desarrollo puberal normal e
incluso menarquía precoz en estas pacientes.
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