jueves, 11 de mayo de 2017

Trastornos Congénitos de la Coagulación I: Enfermedad de von Willebrand

Los trastornos de la coagulación más frecuentes son la enfermedad de von Willebrand, la hemofilia A y la hemofilia B, que son las que cursan con clínica más importante en la infancia. La mayoría de los trastornos graves se manifiestan en el periodo neonatal o en la primera infancia. En esta entrada nos centraremos en la Enfermedad de von Willebrand mientras que en la próxima hablaremos de las Hemofilias A y B.


Enfermedad de von Willebrand (EVW). Es la causa congénita más común de diátesis hemorrágica originada por la deficiencia cualitativa o cuantitativa del factor de von Willebrand (FVW). Tiene herencia autosómica dominante y, más infrecuentemente, recesiva. La prevalencia en la población es del 1%, aunque la enfermedad sintomática es menos frecuente, del 0,11% en estudios de Atención Primaria. Existe un trastorno cuantitativo o cualitativo del FVW, proteína multimérica sintetizada en megacariocitos y células endoteliales, que cumple dos funciones: 1) promover la adhesión y agregación plaquetaria y su unión al colágeno en los lugares de daño endotelial; 2) actuar como transportador del FVIII, estabilizándolo y prolongando su vida media. El gen de la proteína se encuentra en el brazo corto del cromosoma 12. La proteína que circula en el plasma lo hace con una masa molecular que oscila entre 500-20.000 kDa, según el grado de multimerización de las subunidades. Los multímeros de peso molecular más alto son los que tienen mayor funcionalidad hemostásica. 






Clasificación. Existen diversos tipos de EVW que se pasan a describir brevemente a continuación:

• Tipo 1: es el más frecuente, producido por un déficit cuantitativo parcial del FVW, debido a mutaciones del gen que conllevan una menor síntesis o un mayor aclaramiento del factor, aunque también podría ser consecuencia de afectación de otros genes que regularán la síntesis del FVW. Es autosómica dominante, pero con gran variabilidad en la penetrancia y expresión clínica.

• Tipo 2: se caracteriza por alteraciones cualitativas del FVW. Se subdivide en 4 subtipos: el tipo 2A tiene un menor número de multímeros de intermedio y alto peso molecular del FVW, que son los más funcionales. Eso ocurre por incapacidad inherente para formar dichos multímeros, o porque son más susceptibles a la proteólisis inducida por la enzima ADAMS13. En el tipo 2B, el FVW se une con mayor afinidad a la glicoproteína plaquetaria Ib (GPIb), receptor plaquetario del FVW, produciendo una disminución de los multímeros de alto peso molecular y mayor agregación plaquetaria con trombocitopenia en algunos pacientes. El tipo 2M es raro y se caracteriza porque el FVW tiene menor capacidad de unión a la GPIb. Los multímeros están presentes pero no son funcionales. El tipo 2N es una alteración poco frecuente; la mutación del gen de FVW afecta al lugar de unión del factor VIII, por lo que la función hemostásica del FVW está conservada, pero existe una disminución del factor VIII (5-15% de lo normal) que, al no estar unido al FVW, se cataboliza más rápidamente. Puede confundirse con la hemofilia A.

• Tipo 3: es una forma grave, con afectación de los dos alelos del gen del FVW, con niveles muy bajos o indetectables de FVW. Eso, a su vez, produce una disminución severa del factor VIII. Los padres pueden tener EVW tipo 1 o pueden ser heterocigotos para un alelo nulo que sólo se manifieste en situación de homocigosis o doble heterocigosis. 





La herencia de la EVW, en general, es autosómica dominante, salvo en el tipo 2N, el tipo 3 y algunos casos de otros subtipos, que son autosómicos recesivos. La EVW de tipo 1 puede pasar bastante desapercibida, ya que, en muchos pacientes, es una enfermedad leve que, produce pocos síntomas de sangrado o estos pasan desapercibidos (menorragias, etc.). Cuando dan clínica, esta es de hemorragia mucocutánea: facilidad de sangrado cutáneo con petequias o equimosis, hemorragias prolongadas de mucosas orofarigea (epistaxis, hemorragias gingivales o tras extracción dentaria, etc.), uterina (menorragias) o gastrointestinal (hemorragias digestivas) o tras intervenciones quirúrgicas en dichas localizaciones. El sangrado pos-cirugía con pruebas de coagulación previas normales obliga a descartar EVW. Los tipos 2A, 2M y 2B suelen tener clínica moderada o algo mas severa. El tipo infrecuente 2N puede producir clínica de leve a moderada de sangrado en tejidos blandos, musculares o articulares tras traumatismos, hematuria o hemorragia pos-cirugía parecido a la hemofilia A leve-moderada pero con herencia autosómica. Si es un doble heterocigoto en el que la mutación de un alelo afecta a la unión del FVIII y el otro es otra forma de EVW, puede haber también clínica de hemorragia mucocutánea. El tipo 3 es una forma grave, en la que, a la clínica mucocutánea grave por niveles indetectables de FVW, se suma la de sangrado en los tejidos profundos por disminución severa del FVIII.


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