Las neurofibromatosis constituyen un grupo de trastornos
hereditarios de transmisión autosómica dominante, cuya expresividad varía y,
con frecuencia, en el 50% de los casos no hay antecedentes familiares de la
enfermedad, lo que representa que aparece como el resultado de una mutación
espontánea. El gen involucrado en la NF1 está ubicado en el brazo largo del
cromosoma 17, exactamente en la banda q11.2; este gen secreta una proteína
conocida como neurofibromina la cual tiene como función inhibir el crecimiento
celular anormal. Dicho gen contiene aproximadamente 50 exones, lo que explica
la gran variabilidad de penetración de la enfermedad, y la gran variabilidad de
sus características clínicas puede ser explicada por las numerosas mutaciones
detectadas. Por otro lado, el responsable en la NF2 se ubica en el brazo largo
del cromosoma 22, aunque no se sabe aún en cual de sus bandas. Estos
trastornos ocasionan tumores que crecen en los nervios y producen otras anormalidades tales como cambios en la piel y deformidades en los huesos. Las neurofibromatosis ocurren en ambos sexos y
en todos los grupos étnicos.
Se han descrito al menos 8
formas de esta entidad nosológica, pero la más frecuente es la
neurofibromatosis tipo I (NF1) o enfermedad de Von Recklinghausen, que constituye
el 80-85% de los casos con una prevalencia de 1 caso por cada 3.000 nacimientos.
En julio de 1987, el "National institut of health concensus development
conference on neurofibromatosis" estableció una nueva clasificación de las
neurofibromatosis mayores, que las dividió en dos tipos: la NEUROFIBROMATOSIS
TIPO I (NF1) denominada, como se citaba anteriormente, enfermedad cutánea de
Von Recklinghausen o neurofibromatosis periférica, y la NEUROFIBROMATOSIS TIPO
II (NF2) antes conocida como neurofibromatosis acústica bilateral o
neurofibromatosis central.
En esta misma conferencia
de julio de 1987, se determinaron los siguientes criterios diagnósticos de las
neurofibromatosis:
- Manchas "café con leche"
- Neurofibromas
- Pecas axilares (signo de Crowe) y/o inguinales
- Glioma del nervio óptico
- Hamartomas del iris (nódulos de Lisch)
- Lesión Ósea
- Familiar del primer grado con NF1
Dos o más de cualquiera de
estos criterios son suficientes para diagnosticar una NF1. La NF2 es una
enfermedad muy rara con una prevalencia de 1:50.000. La Neurofibromatosis Tipo
2 (NF2), es un Síndrome Hereditario que predispone a padecer la presentación
progresiva de múltiples tumores, especialmente Schwannomas y meningiomas.
Principalmente localizados en los nervios craneales y espinales, pueden
acompañarse de otras presentaciones a nivel cerebral, espinal, dermatológico y
oftalmológico. Durante muchos
años se confundió con la NF tipo 1, por compartir similares manifestaciones y
el mismo patrón de transmisión, autosómico dominante.
Sin embargo fue en 1992
cuando se descubrió que la NF2 está causada por la anomalía de un gen en el
cromosoma 22, que transcribe para una proteína llamada "Merlin", que
actúa como supresora de tumores. La
edad de presentación suele ser entre la segunda y tercera década de vida. La
pérdida de audición en la adolescencia suele ser el primer síntoma para el
diagnóstico, debido al Neurinoma del acústico, presente en más del 90% de los
pacientes de NF2. Debido a los múltiples
tumores que van creciendo en el Sistema Nervioso Central y a la complejidad de
su tratamiento cuando éste es posible (cirugía o radiación), van apareciendo
nuevas complicaciones como, sordera, parálisis facial, pérdida de visión,
pérdida de sensibilidad, problemas motores, pérdida del equilibrio y alteración
de la imagen entre otras, con su consecuente impacto psicosocial. Se calcula que el 50% de pacientes son
de novo, primer caso conocido en la familia, y una tercera parte mosaicos,
mutación presente solo en un porcentaje de las células del individuo, por tanto
con una presentación fenotípica atípica.
La
confirmación a través del estudio genético ayuda a evitar complicaciones,
mejorar el control de la enfermedad y poder llevar a cabo una planificación
familiar. Es decir que, una vez identificamos la mutación en el individuo
afecto, podemos confirmar la presencia o no de dicha mutación en el resto de
familiares. Además, el test diagnóstico prenatal o pre-implantacional son
actualmente posibles. La NF1 y 2 siguen aumentado la morbilidad y disminuyendo
la calidad de vida de los afectados. Una corta edad de presentación y mayor
número de meningiomas son algunos de los criterios que pueden orientar para un
peor pronóstico. La relación genotipo-fenotipo, nuevos fármacos o la aportación
de la radioterapia, son algunos de los campos que están siendo investigados.
La
neurofibromatosis no tiene un tratamiento específico. Habitualmente, el
tratamiento está dirigido a la prevención y manejo de las complicaciones. Los
neurofibromas faciales se pueden extirpar con un objetivo estético, y cuando
afectan a la cavidad bucodentaria, se deberá realizar su exéresis si producen
alteraciones de su función normal. Cuando se trata de neurofibromas solitarios
o poco numerosos, el tratamiento de elección es la cirugía. En cambio, cuando
los neurofibromas son numerosos y producen deformidades, la ayuda psicológica
desarrolla un papel importante para mejorar la calidad de vida de estos
pacientes. Para tratar algunos de los síntomas asociados a la neurofibromatosis
se propuso como tratamiento el Ketotifeno (bloqueador de mastocitos que produce
su despigmentación). Ricardi demostró en un estudio a doble ciego que el
ketotifeno a dosis de 2 a 4 miligramos diarios tiene una acción beneficiosa en
los síntomas asociados a los neurofibromas (prurito, dolor y debilidad
muscular). Nakayama y cols. proponen el uso de interferón gamma en aquellos
pacientes con enfermedad de Von Recklinghausen casos en los que los
neurofibromas son intratables o inoperables. En cuanto al pronóstico, estas
lesiones pueden sufrir una degeneración sarcomatosa hacia neurofibrosarcoma o
schwannoma maligno, en el 8-15% de los casos. La degeneración maligna suele
seguir a un tratamiento crónico o a una extirpación quirúrgica incompleta.
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