Existe un grupo de desórdenes
hereditarios de la cornificación, caracterizado por una excesiva acumulación de
escamas en la piel, que varía desde leve y asintomático hasta amenazar la vida.
El término ictiosis es derivado de la raíz griega “icti” que significa pescado.
La Hiperqueratosis Epidermolítica (HE), también conocida como eritrodermia
ictiosiforme congénita, es un desorden autosómico dominante de la
cornificación, con una prevalencia de 1:100.000-300.000. Esta patología se
evidencia al nacer o al poco tiempo por la presencia de ampollas y de
eritrodermia. Existe un gran número de tipos de ictiosis, de los cuales, la
mayoría son extremadamente raros. Entre los cuatro más comunes se encuentran:
Ictiosis vulgar, Ictiosis ligada al gen X, Ictiosis lamelar, hiperqueratosis
epidermolítica.
La hiperqueratosis epidermolítica también conocida como eritrodermia ictiosiforme congénita bulosa
fue descrita por primera vez por Brocq en 1902 como una forma de eritrodermia
ictiosiforme en la que aparecen ampollas desde el nacimiento. Es una
genodermatosis con patrón de herencia autosómico dominante aunque en el 50% de
los casos se manifiesta como mutación nueva y afecta a ambos sexos por igual.
La causa son defectos en las citoqueratinas que forman los filamentos
intermedios y los más afectados son la 1 (K1) y la 10 (K10) que predominan en
los estratos suprabasales de la epidermis. La eritrodermia ictiosiforme congénita bulosa está presente desde el
nacimiento o poco después con la aparición de ampollas superficiales, grandes,
que pueden surgir con traumas menores y al romperse ocasionan grandes zonas de
exulceración, posteriormente hay disminución gradual de la eritrodermia y de
las ampollas que a los pocos meses evolucionan a placas hiperqueratósicas de
aspecto verrugoso en las zonas de flexión, cuero cabelludo y los glúteos. La
hiperqueratosis inicia a los tres meses de edad con engrosamiento poco evidente
de la piel o con escamas finas, pequeñas, se agrava con el sol y el
calor. Con el paso de los años las escamas se van haciendo más gruesas y la
probabilidad de manifestar ampollas disminuye, el 20% de los pacientes sigue
desarrollándolas hasta la vida adulta y en esta fase la colonización bacteriana
de las escamas maceradas causa un olor fétido distintivo. El pelo, uñas y
dientes son normales y la afección de las palmas y las plantas ocurre en 60% de
los pacientes con grados variables de hiperqueratosis que puede originar
fisuras y contracturas recurrentes y dolorosas capaz de ocasionar incapacidad
funcional.
Aunque existe gran
variabilidad, se ha descrito un subtipo con suficiente detalle llamado ictiosis ampollosa de Siemens que se
caracteriza por una falta de eritema, un despegamiento (peeling) superficial y
por quedar limitados los cambios epidermolíticos a las capas superficiales de
la epidermis con una afección más evidente en la capa granulosa debida a
defectos de la citoqueratina (CK) 2. El diagnóstico de hiperqueratosis
epidermolítica es clínico con correlación histológica donde existe
hiperqueratosis marcada, hipergranulosis (con gránulos grandes de
queratohialina), acantosis y degeneración hidrópica del estrato espinos, puede
haber disqueratosis en grados variables.
La incidencia de hiperqueratosis epidermolítica es poco frecuente, se estima un
caso cada 300.000 personas.
Recientemente ha habido
avances en la definición de la ictiosis ampollosa de Siemens como una entidad
distinta. Clínicamente es parecida a la HE, pero la hiperqueratosis es más leve
y generalmente limitada a las extremidades. Se presenta con hiperqueratosis en
áreas flexoras, no existe eritrodermia, histológicamente, ocurre degeneración
vacuolar justo debajo del estrato córneo en una ubicación más superficial que
la de la HE. El diagnóstico de esta entidad se realiza con los hallazgos
clínicos, además biopsia para histopatología en el recién nacido y microscopía
electrónica, que revela lo descrito anteriormente y cultivos para bacterias. El
diagnóstico prenatal de la HE se encuentra disponible por fetoscopio y con
biopsia de piel fetal o por aspirado celular por amniocentesis tan temprano
como a la semana 19 de gestación. En cuanto a los diagnósticos diferenciales se
destacan, entre ellos, el síndrome de piel escaldada estafilocóccica,
epidermolisis ampollosa congénita, necrolisis epidérmica tóxica del recién
nacido, y otros tipos de ictiosis.
La
ictiosis epidermolítica (IE) es un desorden autosómico dominante, con un 100%
de penetrancia, que en el 50% de los pacientes puede presentarse como mutación
espontánea en los genes KRT1
(cromosoma 12q11-13) y KRT10
(cromosoma 17q21-22), que codifican las citoqueratinas 1 y 10 respectivamente. Éstas
se encuentran distribuidas en todo el tegumento, incluidas palmas y plantas. La
citoqueratina 9, de ubicación única palmoplantar, es el reemplazo natural de la
10. Esto explica el menor compromiso palmoplantar cuando existen mutaciones de
esta última. La
IE se expresa en el recién nacido y en los primeros meses de vida como una
enfermedad ampollar extendida, con eritema y descamación que deja grandes áreas
de piel denudada. La sepsis y los desequilibrios hidroelectrolíticos causan morbimortalidad
en los niños afectados. En los meses posteriores las lesiones ampollares son
sustituidas por la aparición de lesiones hiperqueratósicas lineales y paralelas
que comprometen sitios de flexión como muñecas, tobillos, codos, axilas y
rodillas (piel de serpiente). En años posteriores la piel se vuelve
ictiosiforme, con grandes áreas hiperqueratósicas. La epidermis se puede
macerar y sobreinfectar con bacterias, lo que produce un olor fétido y
formación de nuevas ampollas. Además, pueden presentar pelos envainados en la
base y distrofia ungueal. Otros hallazgos asociados son las anormalidades en la
postura, la marcha, afectación del cuero
cabelludo y dermatitis perioral.
Existen
distintas formas de presentación clínica, lo que lleva a la descripción de 6
tipos, basados en el compromiso o no de palmas y plantas, todos con patrón
histopatológico de hiperqueratosis epidermolítica. Los diagnósticos diferenciales
de la IE en la etapa neonatal incluyen a la epidermolisis ampollar simple y el
síndrome estafilocócico
de la piel escaldada. El antecedente de un familiar de primer grado afectado
colabora con el diagnóstico. Las variedades en mosaico ocurren esporádicamente
y se presentan como un nevo epidérmico sistematizado que sigue las
líneas de Blaschko, de forma unilateral o bilateral, y en la histopatología
evidencian hiperqueratosis epidermolítica. Cuando esta forma es muy extendida,
existe más riesgo de que las líneas germinales presenten la mutación
poscigótica de las citoqueratinas 1 o 10, con la consecuente posibilidad de
transmisión a la descendencia de la forma clínica generalizada de IE.
Ictiosis vulgar
Es la
forma más común de ictiosis, con una prevalencia de 1:250-1.000 habitantes.
Presenta un patrón de herencia autosómica dominante y penetrancia incompleta. Se
produce por mutaciones inactivantes del gen que codifica la filagrina. El
déficit de filagrina altera la diferenciación de los corneocitos y la formación
del factor natural de humectación, generando hiperqueratosis por retención y mayor
pérdida transepidérmica de agua (TEWL). En general, se inicia en la infancia
con xerosis, descamación, prurito y eritema. La descamación es fina, blanca grisácea,
generalizada, con escamas más prominentes en la superficie extensora de las
extremidades (principalmente cara pretibial) y tronco. Respeta pliegues y áreas
de flexión como fosas poplíteas y antecubitales. La descamación en el cuero
cabelludo, la frente y las mejillas es común en la infancia, pero disminuye en
la pubertad. En las palmas y en las plantas se observa hiperlinearidad y con
frecuencia se observa queratosis pilar en brazos, muslos y piernas. Las
manifestaciones cutáneas suelen empeorar en ambientes fríos o secos y mejoran
con la edad. Se asocia a dermatitis atópica, asma y rinitis alérgica, ya que la
alteración de la barrera cutánea predispone a una mayor sensibilización
alérgica.
Ictiosis recesiva ligada a X
Segunda
forma de ictiosis en frecuencia, con una prevalencia de 1:2.000-6.000. Se produce
por una deleción (90%) o mutación inactivante en el gen que codifica la enzima
sulfatasa esteroidea localizado en el cromosoma X, por lo cual afecta a los
hijos de madres portadoras. El déficit enzimático en la epidermis resulta en un
aumento de sulfato de colesterol que inhibe la descamación y genera hiperqueratosis
por retención. En la placenta de fetos afectados resulta en disminución de los
niveles de estrógenos, afectando el inicio y progresión del trabajo de parto.
Se presenta en el periodo neonatal con eritrodermia y/o descamación generalizada,
evolucionando con escamas grandes, romboidales, oscuras, muy adherentes y
generalizadas que respetan la cara, los pliegues, las palmas y las plantas. La
afectación es simétrica y predomina en la región lateral y posterior del cuello
con un aspecto de «cuello sucio», región retroauricular y zonas extensoras. No
se observa compromiso ungueal, dental o mucoso. Tiende a mejorar en ambientes
cálidos y húmedos, pero no disminuye con la edad. El estudio histopatológico
muestra hiperqueratosis con estrato granuloso normal o hipergranulosis. En la
microscopia electrónica se observan gránulos de queratohialina aumentados en
número y tamaño. El déficit enzimático se puede objetivar a través de otros estudios
como electroforesis de lipoproteínas y medición de actividad de sulfatasa
esteroidea en leucocitos. El diagnóstico diferencial se realiza
principalmente con ictiosis vulgar e ictiosis
lamelar.
Ictiosis congénitas autosómicas
recesivas
Corresponden
a trastornos infrecuentes de la cornificación, con una prevalencia estimada de
1:138.000-1:300.000. El termino bebé colodión hace referencia a un
neonato, generalmente de pretérmino, que nace recubierto por una membrana
gruesa, tensa y brillante, asociado a ectropión, eclabium e hipoplasia de
cartílagos auriculares y nasales. La membrana colodión se desprende entre la
primera y cuarta semana de vida, evidenciando el fenotipo definitivo. El 60% de
los casos corresponde a la manifestación inicial de eritrodermia ictiosiforme congénita
o ictiosis lamelar, sin embargo un 10% tendrá una piel normal después de la
resolución de la membrana colodión (bebe colodión autorresolutivo). Otros
cuadros que pueden presentarse como bebe colodión son el síndrome de
Sjögren-Larsson, tricotiodistrofia, síndrome de Netherton y displasias ectodérmicas,
entre otros.
Ictiosis lamelar (IL)
Ictiosis
severa, de herencia autosómica recesiva. La mayoría de los casos son producto
de mutaciones en el gen que codifica la enzima transglutaminasa-1 (TGM-1), sin embargo se ha asociado a
mutaciones en otros genes como ALOXE3,
ALOX12B, NIPAL4, CYP4F22, ABCA12 y
otros aún no identificados. La disminución o pérdida de función de la enzima
TGM-1 altera la formación de la envoltura cornificada y la unión de los lípidos
intercelulares a esta envoltura, resultando en un trastorno
importante de la diferenciación y descamación, generando hiperqueratosis por
retención. Se presenta al nacimiento principalmente como bebe colodión,
evolucionando con escamas grandes, oscuras y gruesas, de distribución generalizada
y patrón en mosaico, con mínima eritrodermia o sin ella, comprometiendo las superficies
flexoras, la cara y el tronco. Suele presentar ectropión, eclabión, hipoplasia
de cartílagos nasales y auriculares, hipohidrosis con intolerancia al calor,
alopecia cicatricial, alteraciones ungueales (hiperqueratosis subungueal,
surcos, pits, paroniquia) y queratodermia palmo-plantar de intensidad variable.
La histopatología muestra hiperqueratosis ortoqueratósica masiva y acantosis,
en ocasiones con patrón psoriasiforme. La tasa de proliferación celular es
normal o está ligeramente elevada. El diagnóstico diferencial
se realiza con ictiosis ligada a X,
eritrodermia ictiosiforme congénita y síndrome de Netherton.
Eritrodermia ictiosiforme congénita
Forma
menos severa que la IL, de herencia autosómica recesiva. Los genes afectados
más frecuentes son ALOXE3 y ALOX12B, que codifican las
lipooxigenasas epidérmicas, y al igual que en la IL se puede asociar a
mutaciones en otros genes (NIPAL4,
CYP4F22, TGM-1, ABCA12). La disminución o ausencia de lipooxigenasas genera
cuerpos lamelares defectuosos con acumulación de lípidos intracelulares, lo
cual inhibe la diferenciación y estimula la proliferación de corneocitos,
generando una hiperqueratosis por aumento de recambio. La mayoría se presenta
al nacimiento como bebe colodión, que posteriormente desarrolla eritrodermia y
descamación generalizada. Presenta escamas finas en la cara, el cuero
cabelludo, el tronco y escamas «tipo plato» (adheridas en el centro y
deprendidas en los bordes) en la superficie extensora de las piernas. Los
pacientes con mutaciones en ALOX12B
muestran una descamación más discreta y blanquecina en comparación con los
portadores de mutaciones en ALOXE3,
que presentan escamas marronáceas y adherentes. La presencia de eritema,
hiperqueratosis palmoplantar y acentuación de pliegues palmoplantares se asocia
a defectos en el gen ALOX12B. Suelen
presentar ectropión leve, alopecia cicatricial, alteraciones ungueales e
intolerancia al calor por hipohidrosis. En la histopatología se observa una
hiperqueratosis menos marcada, con paraqueratosis focal o extensa e hipergranulosis.
En la microscopia electrónica se observan cuerpos lamelares alterados y en
mayor número. El diagnóstico diferencial se realiza con ictiosis vulgar e ictiosis
lamelar.
Ictiosis arlequín
Tipo de ictiosis
grave, generalmente fatal, de herencia autosómica recesiva. Se produce por la
mutación del gen ABCA12 que codifica
para una proteína trasportadora de membrana. Defectos en este gen alteran el
transporte de lípidos citoplasmáticos a los cuerpos lamelares y el transporte
de proteasas, lo cual determina una disminución de los lípidos intercelulares que
conduce a una hiperproliferación compensatoria, asociado
a una alteración en la descamación. Se
presenta al nacimiento como un bebe colodión severo, exhibiendo placas hiperqueratósicas extensas, separadas
por fisuras profundas, que tienden a configurar
patrones geométricos (como la vestimenta de un
payaso arlequín). La marcada tensión de la
piel genera ectropión, eclabium, hipoplasia de
cartílagos auriculares y nasales, restricción ventilatoria,
contracturas en flexión de las extremidades y bandas
constrictivas en los dígitos u ortejos. No suelen tener pestañas ni cejas, aunque el cuero cabelludo puede
estar conservado. Además, pueden presentar hipoplasia
o ausencia de uñas. El diagnóstico diferencial se realiza con ictiosis lamelar
grave.
Test genéticos
Actualmente
se han identificado más de 50 mutaciones genéticas asociadas, lo cual permite
realizar un diagnóstico más preciso y un adecuado consejo genético a las
familias afectadas.
Tratamiento
El
tratamiento es sintomático y debe ser individualizado, ya que la efectividad y
tolerancia de cada paciente es diferente. Es importante considerar la edad, el
tipo y gravedad de la ictiosis, la extensión y/o localización de las lesiones y
la respuesta a terapias previas. Es fundamental educar tanto al paciente como a
su familia respecto al carácter crónico de esta enfermedad y la importancia de
un tratamiento permanente, que si bien no es curativo, permite aliviar los
síntomas y mejorar la calidad de vida. El dermatólogo tiene un rol fundamental
en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento, sin embargo, el manejo debe ser
realizado por un equipo multidisciplinario.
Para
aclarar cualquier duda, si quiere más información o si quiere solicitar una
consulta, no dude en contactar con las consultas externas del Hospital Dr. Gálvez (Málaga) por correo electrónico en la
dirección consultas@hospitalgalvez.com o llamando al teléfono 952 062 808 o en Clínica Ochoa (Marbella) en el correo info@clinicaochoa.com o llamando al 952 861 400.
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